Zinedine Zidane y Ronaldo Nazario “golearon” por sexta vez a la pobreza, en un encuentro en el que se rodearon de amigos en Fez, por primera vez en el continente africano.
En el partido “Zizou” desató la locura en cada uno de sus movimientos y “Ronie” demostró que su vuelta a los campos aún está alejada.
Los embajadores de buena voluntad protagonizaron un nuevo duelo repleto de generosidad. En un partido televisado para todo el mundo, con el objetivo de concienciar de la pobreza existente, Zidane y Ronaldo realzaron una convocatoria de amigos, con marcado acento español, en el que los partidos internacionales de selecciones impidieron la presencia de grandes estrellas.
La mayor de ellas estaba sobre el césped. Zidane sigue desatando la misma admiración que en su época de jugador, auténtica veneración en Marruecos. Abandonó el hotel rodeado de siete guardaespaldas y seguido por un centenar de aficionados que coreaba su nombre. Instantes después se escuchaba el mismo cántico en las gradas del Mohammed VI, que ovacionó cada gesto de calidad de un jugador que podría seguir jugando en el fútbol de elite.
Argelino de nacimiento, era especial para Zidane jugar en Marruecos. Especialmente en Fez, ciudad que aparcó problemas y presumió de su amor por el fútbol por un día. A su público volcado dedicó cada control único, su gesto característico al pisar el esférico y detener el tiempo, la visión de sus pases en profundidad o el remate a gol. Con su zurda, marcó uno de los tantos del encuentro escorado, cruzando su disparo ante un viejo compañero en el Real Madrid, Jordi Codina.
Cada conexión de Zidane con Valerón desprendió calidad, Pernía prolongó su mejor partido de la temporada en el Atlético de Madrid y tras ser protagonista ante el Deportivo de La Coruña, lo fue en el banda izquierda con asistencias aprovechadas por Etxeberría, autor de dos goles. Antes, había hecho doblete Makukula, con pasado en España y presente en el Benfica.
Especial ilusión hizo el partido a jugadores de Segunda división B, que vivieron una jornada de ensueño. Caca del Universidad Las Palmas y Tarik, máximo goleador del Puertollano, marcaron goles que no olvidarán en sus vidas.
Un día inolvidable también para el portero brasileño Dida y el defensa italiano Coco. El vuelo que les trasladaba desde Italia tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Marsella. Con el susto en el cuerpo también jugaron contra la pobreza.
Zidane regaló sesenta minutos. Con su adiós el partido bajó y los técnicos, Paco Buyo y Zaki Badou, dieron minutos a viejas glorias como Naybet y Karembeau, a jugadores exóticos como El Zhar, Chippo o Nejjary, y quince minutos a David Bustamante, que soñaba con ser futbolista, acabó siendo cantante y guarda amistad con Ronaldo.
El resultado fue lo de menos. Victoria de los amigos de Ronaldo con once goles y dos paradas finales salvadoras de Coupet y Dida. Zidane y Ronaldo trasladaron un año más por el planeta, lo hacen desde el 2003, la fiesta del fútbol en busca de igualdad. Los embajadores de la buena voluntad regalan alegrías en forma de goles. Un pequeño grano de arena en la lucha contra la pobreza en el mundo.